Apreciados Españoles,
Soy Catalán y soy de los que habéis visto, quizás, en las ya demasiadas manifestaciones que hemos llevado a cabo en los últimos años.
Tengo amigos y conocidos por toda España y es, a través de ellos, que me dirijo a todos vosotros.
Hoy el gobierno de Madrid ha puesto en marcha todo un proceso que nadie sabe donde nos va a llevar pero me temo que esto no va a ser fácil, por lo menos para los Catalanes.
Sé que quizás la mayoría no entendéis el porque de toda la que hemos armado en estos años y quizás estemos condenados a no entendernos y es una pena.
Soy de los que creo que no hay nadie mejor que nadie y que todos somos iguales y todos tenemos los mismos derechos, y estos principios básicos, elementales, son los que nosotros, los Catalanes, creemos que, dentro del marco político Español, no se dan.
Equivocados?, quizás, pero esto también es un derecho nuestro, el de pensar y equivocarnos y nadie, repito, nadie, tiene el poder de restringir este derecho en aras a una supuesta legalidad inmovilista.
Las leyes las hemos creado las personas para nuestro uso pero no son inmutables ni permanentes y, sobretodo, las leyes nunca han de estar por encima de los pueblos.
Somos Catalanes, Españoles, Europeos o lo que queramos pero no debemos olvidar que, antes que arroparnos bajo la bandera que sea, somos personas.
A partir del momento que unos pueden usar la violencia para contener un pueblo, automáticamente ya han perdido cualquier legitimidad.
Recordad que no hace tanto, yo lo viví, los grises hacían lo mismo, dentro de otra supuesta legalidad y fué todo un pueblo el que consiguió cambiar esa legalidad.
Por qué entonces si y ahora no?
El gobierno de Madrid ha logrado revivir lo que mis abuelos vivieron en carne propia, el temor, el odio y un mal entendido nacionalismo exhacerbado que, muy deprisa, rompe aquellos lazos que nos unían. Seguro que desde España pensáis que los políticos de Catalunya han hecho lo mismo, pero aun asumiendo que hayamos cometido muchos errores, no hemos levantado ni una sola mano contra nadie, piense lo que piense, ni hemos insultado ni menospreciado a nadie como demasiados han hecho ya desde Madrid.
Nosotros no pertenecemos a nadie, nos pertenecemos a nosotros mismos, igual que vosotros sois soberanos sobre vosotros mismos pero no sobre los demás, sean quienes sean.
Os respeto y espero que mañana podamos volvera construir puentes de amistad y respeto aunque estemos en paises distintos y que el odio creciente se diluya con la mala gente que lo propaga.
Espero y deseo que entendáis que, a pesar de vuestros deseos, estos no son obligaciones para nosotros y que nos respetéis igual que os respetamos.
Os deseo lo mejor del mundo y confío en que podamos caminar juntos, cada cual con su propia pareja y no obligados a convivir bajo vuestra tutela.
Gracias